MAMI, PAPI…¿POR QUÉ?

  1. La etapa del ¿por qué?, es una fase clave para el desarrollo del niño.
  2. Las rabietas van disminuyendo y parecen ser cosa del pasado.
  3. La etapa del !no! empieza a desaparecer.
  4. Aproximadamente sucede entre los tres y los cuatros años, cuando los niños ya son capaces de expresarse de manera más fluida y con frases más largas, y empiezan a preguntar por todo lo que les rodea, desde lo más abstracto a lo muy concreto. Es una etapa importante en la que el lenguaje se va acentuando. Responder las preguntas de sus hijos, fomenta la comunicación, la la sociabilización y refuerza su autoestima, porque se siente valorado y escuchado.

Deben comprender que sus pequeños están atravesando la fase conocida como la etapa de los ¿por qué?, están empezando a descubrir el fascinante mundo exterior y a interactuar con él, es lógico y saludable que quieran saber, cuál es el origen de cada cosa que va conociendo y que no siempre entiende.
Cada niño, es un mundo y preguntan mucho sobre las cosas que les apasionan o llaman su atención: coches, animales, instrumentos, dinosaurios, muñecas, etc.

PACIENCIA…ESTA ETAPA TAMBIÉN PASARÁ

  • Todos estos porqués, permiten no sólo que el pequeño adquiera nuevos conocimientos, sino que desarrolle su capacidad de razonar y su espíritu crítico.
  • A medida que crece, irá completando las preguntas con el cómo, el cuándo, dónde, etcétera. Así que no conviene agobiarse, sino más bien estar listos para afrontar esta etapa.
  • Si por ejemplo sus hijos preguntan por qué llueve, es mejor decirle: “porque las nubes liberan agua”, que contarle que las “nubes están llorando”. Si realmente le interesa mucho el tema, continuará preguntando, pero dejen que sean ellos quienes lo hagan y sigan desarrollando su razonamiento, si sigue con el interrogante sobre de dónde sacan el agua, pregúntenle ustedes de dónde crees que lo hacen, e inicien un pequeño diálogo, que pueden transformar su respuesta en un cuento o una pequeña historia.
  • También es muy posible que haya preguntas que no sepan contestar, y no hay de qué avergonzarse, sus hijos están probando, cuánto saben; en este caso, y si disponen de un poco de tiempo, pueden intentar buscar juntos la respuesta en un libro ilustrado, una enciclopedia para niños,  o en Internet. De esta manera les estamos creando el interés por la investigación desde pequeños y a utilizar todos los recursos que tiene en casa.
  • Hoy día existen multitud de recursos adaptados a los más pequeños y, de paso, descubrirán que los adultos también aprenden cosas nuevas cada día.

«Hacer preguntas es prueba de que se piensa”
Rabindranath Tagore